En un mundo en el que la información está controlada por unas pocas empresas la democracia no deja de ser una simple ilusión. Internet abre la posibilidad de que esa democracia pueda llegar a ser algo real, pero para ello deberíamos contar en primer lugar con un acceso sin restricciones que nos permitiera tomar decisiones libres sobre los asuntos que afectan a nuestra vida y a nuestro futuro. Solo así podremos recuperar el debate político y el interés del ciudadano por lo público. No será sencillo; el tremendo poder de los gigantes de la comunicación hace que el sistema actual se mantenga, y lo que aún es peor: a costa de reducir nuestras libertades civiles. Este post de F.J. Saavedra en "Crónicas de Esperantia" nos ilustra sobre ello.Por F.J. Saavedra en "Crónicas de Esperantia"
El título de este post es la interpretación más adecuada de las palabras de Juan Luis Cebrián, consejero delegado de PRISA en el foro Innovatec.
Cebrián observa impasible como el mundo está cambiando y ni él ni su grupo hacen nada para adaptarse a los nuevos tiempos. En el texto del Diario de Sevilla hay perlas muy interesantes como en la que alude a que "los periódicos han perdido la centralidad como formadores de la opinión pública a favor de un intercambio de información sin límites"
En la entrada de Menéame tienes también un interesante debate sobre el tema en los comentarios.
Dicho de otro modo: cuando antes había unos pocos diciéndole a los lectores qué tipo de opinión tenían que formarse, estaba todo muy bien, ahora que con Internet cualquiera puede buscar múltiples fuentes de información para crearse su propia opinión sin que nadie les diga cómo tienen que opinar, está muy mal.


