25 febrero 2011

¿A quién votaré en las próximas elecciones?

Me hago esta pregunta principalmente porque tal y como estan las cosas creo que ya ha llegado el momento de hacer cambios en nuestro sistema electoral. Ahora hay que evitar que este país se vaya a la mierda por culpa de una casta política que ha demostrado hasta la saciedad que sólo mira por sus propios intereses.

El reciente caso de la Ley Sinde ha provocado varias olas en la web social bajo el lema de NO LES VOTES (www.nolesvotes.org) en contra de los partidos (PSOE, PP y CiU) que votaron a favor de la Ley. Con este lema creo que muchos nos identificamos. Ahora bien, ¿a quién votamos ahora?...pues hay muchas opciones pero por desgracia ninguna de ellas podrá tener la más mínima posibilidad de éxito mientras no cambie la ley electoral. Nuestro voto no sólo no contaría, sino que se lo adjudicaría seguramente ese partido al que precisamente no queríamos dar nuestro voto.

Como ya todos sabemos, nuestra ley electoral aplica el sistema D'Hondt para computar los votos de forma que se perjudica a las minorías y se favorece el bipartidismo; desequilibrando la balanza en favor de los partidos más fuertes. Pero aún hay más: no todos los votos tienen el mismo valor; un ciudadano de Alava, Soria o Teruel tiene su escaño por valor de veinte mil votos, mientras el de Vizcaya cuesta 90 mil votos y el de Madrid 110 mil. Al mismo tiempo los partidos de signo nacionalista tienen un trato especial que beneficia su representatividad, algo que viene del proceso democratizador de la España de los setenta. La ley D'Hondt es un dispositivo tremendamente antidemocrático creado para favorecer una teórica gobernabilidad, pero la idiosincrasia de nuestro país ha hecho que esa regla perjudique esa gobernabilidad. Eso lo sabemos todos, especialmente los nacionalistas que sacan buen provecho de esa circunstancia, y también los dos partidos mayoritarios que prefieren mantener esa ingobernabilidad antes que aceptar un cambio en una ley que en la práctica les perpetúa en el poder. Obtienen un poder en precario y bajo contínuo chantaje, pero "poder" al fin y al cabo. No se trata de un poder que te permita sacar adelante un programa electoral, pero sí que es suficiente para meter mano en presupuestos, dar subvenciones y usar recursos públicos para uso y disfrute de los allegados.

El caso es que la D'Hondt es muy perjudicial para este país, además de aberrante; algo así como si aceptáramos que el voto de los hombres valiese más que el de las mujeres. Eso es más o menos lo que tenemos ahora. Quienes votan al PP o al PSOE necesitan muchos menos votos para obtener un mismo escaño.  Todo en aras de una mayor "gobernabilidad"... pues ya puestos ¿por qué no dejar un partido único al que sin duda le resultará mucho más fácil la "gobernabilidad"? No hay por dónde cogerlo.

Si en las próximas elecciones queremos lograr algo más útil que hacer el tonto una vez más, debemos unir fuerzas y cambiar esa ley para hacer que todos los votos se computen por igual, incluso el voto en blanco.

La única forma de lograr un cambio de ese tipo sería creando un partido "neutro", sin color político y que tuviese sólo dos puntos en su programa electoral:

  1. Cambiar la Ley para que todos los votos computen por igual, e inmediatamente después
  2. Convocar nuevas elecciones generales anticipadas.
Todos los que no nos sentimos representados por los dos grandes partidos o los que votamos en blanco deberíamos hacer una excepción, una pausa, en nuestro propio beneficio.

Parar, cambiar y continuar. 

Ese partido ya es una realidad, está acumulando fuerzas y espero que en estas elecciones obtenga un gran triunfo, se llama Ciudadanos en Blanco (www.ciudadanosenblanco.com).

Aquí tenéis una simulación del potencial de una coalición de este tipo para las elecciones de 2012 y en teoría se podrían llegar a obtener hasta 40 escaños, lo que la convertiría en la tercera fuerza del país con muchísima diferencia sobre la siguiente. Lo suficiente para obligar a quien quisiera gobernar a hacer esas pequeñas modificaciones en las leyes electorales y a convocar elecciones anticipadas.



Ahora debemos reflexionar un poco.