30 noviembre 2010

La lista de la vergüenza

Lamentablemente la noticia no sale en casi ningún medio de comunicación ya que la Conferencia de los Estados miembros de la CWC (Convención de Armas Químicas) iniciada ayer en La Haya ha vuelto a poner sobre el tapete el doble rasero utilizado por los EE.UU a la hora de pedir el desarme.

La CWC (Chemical Weapons Convention o Convención de Armas Químicas) es un tratado internacional al que se han adherido el 98% de los Gobiernos y que tiene por objeto la eliminación de toda una categoría de armas de destrucción masiva, las armas químicas, mediante la prohibición de su desarrollo, producción, adquisición, almacenamiento, retención, transferencia o uso por parte de los Gobiernos. El próximo 29 de abril de 2012 es la fecha límite acordada por la Convención para que los miembros cumplan con el compromiso de destruir todas sus armas químicas.

Estos son los únicos siete países que no son miembros de la CWC, es decir, que se reservan el derecho a utilizar esas armas químicas, ya sea porque no han firmado o porque no han ratificado la Convención:  Angola, Syria, Egipto, Corea del Norte, Somalia, Israel y Myanmar.




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Haciendo incapié en este doble rasero, en la sesión de ayer lunes y durante el período de sesiones, el ministro iraní de Relaciones Exteriores dijo que "el programa secreto de Israel para desarrollar armas de destrucción masiva, incluidas las armas químicas, es el que plantea la mayor amenaza para el Oriente Medio" y que "la comunidad internacional, en particular los miembros más relevantes de la Chemicals Weapons Convention (Convención de Armas Químicas) deben presionar a Israel para que se una a los tratados internacionales vinculantes en materia de desarme".

El caso es que no solo no presionan, sino que EE.UU. sigue suministrando este tipo de armas químicas a regímenes que ni siquiera son signatarios de la CWC, por ejemplo, Israel, ese estado al que algunos llaman la "única democracia de Oriente Medio". Después de lo publicado por Wikileaks este fin de semana ya nada nos debería llamar la atención.

Creo que viene bien recordar aquí que Teherán ha realizado ya varios llamamientos a la comunidad internacional para obligar a Israel a unirse al Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT). Sin embargo, a pesar de formar parte del NPT y del CWC y de someterse a todo tipo de controles por parte de la AIEA (Agencia Internacional de Energía Nuclear), el régimen iraní se asocia casi siempre en los medios con la "amenaza nuclear" y la proliferación de armas de destrucción masiva.

Más información en http://www.opcw.org